La poliomielitis

La poliomielitis es una enfermedad viral contagiosa, causada por un virus llamado «poliovirus», y que en su forma más agresiva, llamada poliomielitis paralítica, puede provocar daños en los nervios ocasionando parálisis total o parcial, debilidad muscular, dificultad en la respiración, meningitis o incluso la muerte.

El virus se propaga a través de las heces infectadas, el contacto con saliva, moco o flema infectados de la nariz o de la boca o el contacto directo con la persona contagiada (tos, estornudo, uso de los mismos utensilios de comida, etc.)

Una vez que el virus ha entrado en el cuerpo a través de la boca o de la nariz se propaga en la garganta y en el tracto intestinal donde es absorbido y se distribuye por la sangre y el sistema linfático. El periodo de incubación oscila entre los 5 y 35 días.

La mayoría de las personas contrae un tipo de poliomielitis que no provoca parálisis (poliomielitis abortiva) con la que no se presentan síntomas y otras, sin embargo, presentan síntomas leves de resfriado como:

  • Dolor de garganta.
  • Fiebre.
  • Diarrea.
  • Náuseas o vómitos.
  • Dolor de cabeza.
  • Malestar generalizado y de cuerpo.
  • Pérdida de apetito.

La poliomielitis en sí no tiene cura, los casos más leves se pueden tratar con reposo y toma de líquidos, cuando existe dolor muscular se podrá tomar medicación para paliarlo, incluso se recomienda acudir a un fisioterapeuta para recuperar movilidad o simplemente no perderla por la falta de actividad.

Las personas que han contraído la polio con síntomas leves suele recuperarse al cabo de 1-2 semanas, incluso algunas pueden desarrollar el síndrome post-polio hasta 30 o 40 años después de haberla pasado, que consiste en ciertos dolores musculares o debilidad articular, llegando a encontrarse muy cansadas de forma continua.

Esta enfermedad se puede prevenir a través de la vacuna antipoliomielítica, esta vacuna hace que el sistema inmunitario fabrique los anticuerpos que luchan contra el poliovirus.

La vacuna de la polio que se aplica en la actualidad en España es una vacuna inactivada inyectable, forma parte de la campaña de vacunación junto a otros componentes (no se administra sola):

  • Hexavalente: Polio, difteria, tétanos, tosferina, H. influenzae tipo b y hepatitis B. (A los 2 meses).
  • Pentavalente: Polio, difteria, tétanos, tosferina y H. influenzae tipo B. (A los 4 meses).
  • Tdpa+VPI : Polio, tétanos, difteria y tosferina (A los 11 meses).
  • Última dosis: Se pondrá a los 6 años.

Cuatro dosis: primovacunación con 2 dosis, a los 2 y 4 meses, y refuerzos a los 11 meses (con hexavalentes) y a los 6 años (con DTPa-VPI o Tdpa-VPI). En los casos vacunados anteriormente con la pauta 3+1 (2, 4, 6 y 18 meses), no se precisan más dosis de VPI. (Info sacada de la web de la AEP).

La enfermedad boca-mano-pie

La enfermedad boca-mano-pie es una infección viral leve y muy contagiosa que es propia de la infancia (su máxima incidencia está entre los 1-3 años de edad) caracterizada por la aparición de llagas en la boca y erupción cutánea en las manos y en los pies.

Se produce por varias especies de unos virus llamados enterovirus, más concretamente el coxsackievirus. Esta enfermedad tan aparatosa suele darse durante todo el año, pero tiende a estar más presente en primavera y verano.

Se transmite fácilmente de un niño a otro a través del contacto directo o por vía aérea, secreciones de nariz o boca, gotitas que salen al toser, etc., y es capaz de sobrevivir un tiempo prolongado sobre los objetos (pañuelos, juguetes, toallas, sábanas, mesas, sillas, etc.) por lo que su transmisión suele ser inevitable. Además, el virus suele permanecer en las heces y en las vías respiratorias varias semanas después de padecer la enfermedad.

El periodo de incubación es de 3 a 6 días, tras algunos días con fiebre moderada y algún malestar, al niño le comienzan a aparecer erupciones y pequeñas ampollas alrededor de la boca y por dentro de esta, en las palmas de las manos de los pies y en el área del pañal.

Lo más frecuente es la aparición en las zonas de las manos y los pies (o entre los deditos), estas erupciones causan picor y terminan ulcerando hasta que se curan pasados los 5-10 días, dependiendo del caso.

En ocasiones, después de la erupción, puede caerse la uña del dedo que haya estado afectado, (onicomadesis), o aparecer surcos amarillentos en ella, rara vez suele complicarse, ya que es un proceso leve y sin secuelas.

Su diagnóstico es claro, las características de las erupciones y los síntomas que las acompañan no suelen dejar lugar a dudas, por lo que no es necesaria la realización de pruebas.

Aunque es una enfermedad más aparatosa que peligrosa, es recomendable acudir al pediatra para tratar la fiebre y las erupciones.

Si te estás preguntando si existe o no una vacuna contra el boca manos pies, te diré de antemano que no, así que ármate de paciencia si tu peque lo ha cogido, y dale muchos mimos.

Para evitar su propagación es importante tener una buena higiene, lavarse las manos de forma continuada, sobre todo después de los cambios de pañales, desinfectar las superficies que puedan estar contaminadas, los juguetes, etc.

Hay niños que cursan la enfermedad de forma asintomática, así que son portadores y propagadores del virus sin saberlo los padres o los docentes.

¿Puede el niño acudir a la escuela en caso de estar diagnosticado de boca-manos-pies?

Esta enfermedad no está considerada una causa de baja escolar, a no ser que el niño tenga fiebre claro, pero es importante apelar a la moralidad y pensar que si tu peque va a la escuela, lo más probable es que sus compañeros acaben contagiándose…y no solo ellos…sino el resto de los niños que acuden a la misma escuela, ya que es posible que algunos compartan espacios (baños, comedor, patio, etc.).

Y no solo eso, sino que es un virus que se puede contraer por segunda vez, (debido a que existen varios tipos) por lo que mi recomendación, siempre que sea posible, es que el peque no acuda a la escuela mientras le dure la enfermedad para evitar su propagación.