El método analítico es un método que forma parte de una enseñanza más global, a partir de unidades con significado como pueden ser las palabras, las frases o los textos, el niño asocia significados a la palabra escrita completa, al contrario del método sintético, que lo hace a partir de unidades subléxicas, sin significado, como los fonemas, las letras y las sílabas, el niño aprende a separar las letras, después forma sílabas y por último palabras.
MÉTODO ANALÍTICO
El proceso de aprendizaje a través del método analítico es más lento que con el método sintético porque implica que el niño deba conocer todas las palabras como unidades diferentes y eso es algo que a veces lleva al fracaso, sobre todo si el texto contiene una variedad amplia de palabras.
Además, el alumno debe conocer el código escrito para poder identificar las palabras nuevas, lo que repercute, inevitablemente, en el proceso que se lleva a cabo, ya que ralentiza su aprendizaje.
Si un niño desconoce por completo, o en parte, este código, esta metodología está abocada al fracaso, sin embargo, para él, es idóneo otro tipo de método.
El método analítico se centra en enseñar desde el nivel superior para poco a poco ir bajando, con lo cual al niño le puede costar más trabajo e irá más despacio a la hora de adquirir esos conocimientos.
Se supone, según maestros que han usado este método, que los niños están más motivados porque se parte de estructuras mayores (palabras, oraciones y textos) que contienen ideas completas. Pero como contrapuesto está la inadecuada aplicación, ya que el maestro no sabe bien qué hacer y cómo llegar a las unidades mínimas, y esto puede llevar al fracaso en el aula.

MÉTODO SINTÉTICO
El método sintético comienza desde lo más bajo, que puede ser enseñarle a los niños las formas de las letras, su uso, cómo se pronuncian, etc. subiendo de nivel con cada aprendizaje nuevo, para que, de esta manera, construyan un aprendizaje significativo, aprendiendo a partir de lo que ya conocen, y esto pueda resultarles más fácil.
Es un método más sencillo, tanto para el docente, las familias y los propios niños, ya que hay mucha variedad de recursos en los que se pueden apoyar y con los que el niño se divertirá a la par que aprende.
Sería importante tener en cuenta el estado sociocultural de las familias, y por tanto, de los propios niños, ya que puede afectar en su aprendizaje.
No es lo mismo un niño de una familia con una posición social alta o media, que tenga la posibilidad de tener libros a su alrededor, donde su familia mantenga conversaciones constructivas y de calidad, y el niño pueda aprender palabras nuevas, a un niño de una familia con una posición social baja o desestructurada y no tenga las mismas oportunidades que el primero.
Según la siguiente frase: “La práctica docente permite observar que mediante procedimientos diferentes se pueden alcanzar distintos tipos de resultados y que ningún método de enseñanza puede tener una superioridad inherente que le permita alcanzar de forma plenamente satisfactoria todos los resultados que se pretende”, no existe el método perfecto, pero debemos adecuarnos al alumno y usar el que mejores resultados nos ofrezca.
Mendoza (1996:72)
Definitivamente, lo ideal sería trabajar con los niños desde un método mixto, un método que tiene lo mejor de ambas metodologías y que ello beneficie al alumno lo máximo posible.