Cómo favorecer el lenguaje en casa

El lenguaje verbal es una habilidad que se emplea para expresar nuestras necesidades, intenciones, deseos, etc. interviniendo en nuestra capacidad organizativa, estructural y de asimilación mental de toda la información que recibimos desde el exterior.

Por norma general, comienza durante el primer año de edad a través de sonidos y balbuceos, y entorno a los dos años es cuando el niño empieza a estructurar las primeras palabras.

El lenguaje se enseña y se aprende a través de la comunicación, de hecho, los primeros intercambios del niño con un adulto se basan en una interacción mutua con estas características por parte del adulto:

  • Lenguaje más pausado, lento y alargando las palabras.
  • Tono de voz más agudo.
  • Pronunciación más cuidada.
  • Entonación más expresiva.
  • Enunciados visiblemente más cortos y sencillos.
  • Repetición de palabras o frases.
  • Uso de sinónimos y ajuste de número de palabras.
  • Uso de gestos y mímica.

El desarrollo del lenguaje infantil se centra en tres períodos:

  • Período prelingüístico.
  • Período de la palabra-frase.
  • Período de las primeras frases.

Dependiendo del período en el que se encuentre el niño podremos favorecer el lenguaje desde casa, estas son algunas recomendaciones si te decides a hacerlo:

Cuida su voz

  • Crea un ambiente tranquilo y relajado en casa.
  • Evita los ruidos, el bullicio o los gritos.
  • Intenta que no haya sonidos extras como la televisión o la radio.
  • Habla al niño directamente, de forma pausada y clara, despacio y con una intensidad normal.
  • Procura no hablarle en la lejanía para que te entienda correctamente, y no le llames desde otras habitaciones, acércate donde se encuentre.
  • Consigue que el niño no grite.
  • En caso de que su voz sea débil, insístele en que hable un poco más fuerte.
  • Cuida los excesos vocales durante las enfermedades asociadas a la voz, como la laringitis.

Ayúdale a ejercitar los órganos bucofonatorios

  • No alargues el uso de los chupetes y los biberones.
  • Ofrécele que chupe helados, fruta, etc.
  • Enséñale a beber en pajita.
  • Juega con él a poner caras en el espejo (poned morritos, sacad la lengua, movedla arriba, abajo, inflad los carrillos, sonreíd, daos besos…)
  • Anímale a soplar molinillos, inflar globos, hacer pompas, silbar un silbato.
  • Enséñale a sonarse la nariz.

Adapta tu lenguaje a su nivel

  • Sitúate enfrente del niño para que te pueda observar bien y vea y escuche claramente lo que haces y dices en cada momento.
  • Adecúa el ritmo de la conversación, si tienes que hablarle muy despacio, que así sea.
  • Adapta las frases a su nivel de comprensión.
  • Interpreta de forma positiva sus intentos comunicativos y házselo saber.
  • Sé paciente y atento hasta que se comunique.
  • No le digas o repitas palabras infantilizadas.

Acoge favorablemente todos sus intentos comunicativos

  • Atiéndele al 100% y escúchale.
  • Muéstrale con tu expresión y tu conducta que te gusta que te hable.
  • Evita la corrección directa cuando el niño diga mal alguna palabra o alguna frase, y si lo haces (que a veces nos sale solo), que sea desde el cariño.
  • Jamás le compares con otros niños, eso le hará sentir peor…y recuerda, cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje, ¡déjale ser!

Agrega lenguaje y acciones

  • Aprovecha cualquier situación de la vida diaria para favorecer el lenguaje del niño y así potenciar su comunicación, por ejemplo en el baño, con las tareas de casa, en un viaje, en el parque, en el transporte público, etc.
  • Háblale de forma continua, pero sin agobiarle, cuéntale lo que vas a hacer ese día, si vas a comprar porque necesitas algo para la casa, si tu compañera de trabajo tiene un perro y es de un tamaño u otro, etc.
  • Introduce palabras nuevas en las conversaciones para que vaya adquiriendo vocabulario de forma paulatina.
  • Amplía lo que va diciendo el niño con frases más largas pero que sean comprensibles para él (aunque no sea capaz de repetirlas).
  • Disfrutad de cuentos con imágenes y aprovecha para nombrar los elementos que aparezcan (animales, objetos, colores, etc.) haciéndole partícipe en cada momento.
  • Juega con él a menudo y anímale a cantar canciones imitando los movimientos con su cuerpo.

Características del desarrollo lingüístico

Una de las habilidades en las que los bebés demuestran grandes competencias es en la adquisición del lenguaje. Los niños de todo el mundo siguen la misma secuencia de desarrollo en las primeras etapas del lenguaje, lo que no significa que todos adquieran el lenguaje en idéntico periodo de tiempo (Berger, 2007).

Es importante recordar que existen grandes diferencias individuales en la adquisición del lenguaje, y que no todos los niños siguen la misma ruta para la adquisición del léxico. Así, se distingue entre los niños referenciales, o aquellos cuyas primeras palabras se refieren a objetos y nombres comunes, y niños expresivos, o aquellos cuyas primeras palabras son de uso personal social y con función gramatical.

Cabello y Ato, 2009.

El rápido aprendizaje del lenguaje que se produce en los dos primeros años puede explicarse de muchas formas, y se han formulado diferentes teorías al respecto.

Por ejemplo, una teoría afirma que los adultos deben enseñarlo, reforzando todas las expresiones verbales del bebé con el empleo de palabras para describir los diferentes objetos y experiencias de la vida del bebé.

Otra teoría se basa en el denominado “sistema de adquisición del lenguaje” innato, lo que presupone que si se da un ambiente y una exposición al lenguaje normales, los bebés aprenderán a hablar.

Una tercera teoría pone el énfasis en la interacción social, lo que implica que los bebés aprenderán el lenguaje a medida que las personas que lo rodeen y el contexto social les apoye y les refuerce.

Por último, el modelo híbrido combina los enfoques de estas tres teorías.

Como los bebés varían en cuanto a su contexto cultural, su estilo de aprendizaje y las características de sus familias y los entornos inmediatos de esos primeros años de vida, cada teoría puede ser útil para describir un aspecto particular del aprendizaje del lenguaje en determinado momento y lugar y para cada niño en particular (Berger, 2007).

En todo caso, se trata de uno de los procesos más sorprendentes en el desarrollo humano, y el que más contribuye al proceso de convertirse en “persona”, puesto que el uso del lenguaje es una de las características básicas de lo que “nos hace humanos”.

0-2 AÑOS

  • Misma secuencia de desarrollo en el lenguaje sin importar la procedencia del niño.
  • Tres teorías sobre el aprendizaje el lenguaje:
    • El niño tiene un sistema innato de adquisición del lenguaje.
    • Los adultos enseñan al niño el lenguaje.
    • Modelo híbrido que engloba ambas teorías.

  • Diferentes formas de comunicación según su edad (Berger, 2007):
    • 0-2 meses: Comunicación refleja, llantos, movimientos y expresiones faciales.
    • 2 meses: Serie de ruidos característicos como murmullos, quejidos, llantos o risas.
    • 3-6 meses: Nuevos sonidos como chillidos, rezongos, canturreos o sonidos vocálicos.
    • 6-10 meses: Balbuceo, con sonidos vocálicos y consonánticos repetidos en sílabas.
    • 10-12 meses: Comprensión de palabras sencillas, entonaciones similares a las del habla, vocalizaciones que tienen sentido para quienes mejor le conocen. Los bebés sordos expresan los primeros signos y los oyentes usan gestos para comunicarse.
    • 12 meses: Primeras palabras reconocibles.
    • 13-18 meses: Desarrollo lento del vocabulario, hasta unas 50 palabras.
    • 18 meses: Eclosión del vocabulario, tres o más palabras diarias aprendidas. Variación en el aprendizaje.
    • 21 meses: primeras frases de dos palabras.
    • 24 meses: Frases con varias palabras. La mitad de las expresiones suelen ser de dos o más palabras.

2-6 AÑOS

  • Progresos a nivel de sintaxis.
  • Aumento de vocabulario.
  • Dominio de las reglas gramaticales con errores de sobrerregulación.
  • Aparición del habla privada.
  • Características del logro según su edad (Berger, 2007):
    • 2 años: 100-200 palabras y oraciones de 2-6 palabras. Uso de plurales, pronombres, verbos, adjetivos y multitud de sustantivos.
    • 3 años: 1000-5000 palabras y oraciones de 3-8 palabras. Uso de conjunciones, adverbios, artículos. Preguntas con ¿Por qué?
    • 4 años: 3000-10000 y oraciones de 5-20 palabras. Uso de proposiciones dependientes y multitud de preguntas con ¿Por qué?, ¿Cómo? Y ¿Cuándo?
    • 5 años: 5000-20000 palabras y oraciones muy largas. Uso de gramática compleja, a veces en voz pasiva y subjuntivo. Peguntas sobre diferencias.

6/7-11 AÑOS

  • Dominio de la mecánica del lenguaje.
  • La pragmática del lenguaje tiene un gran progreso.
  • Aumento progresivo del vocabulario.
  • Mejora en la gramática y las habilidades en las conversaciones.
  • Progreso en la conciencia metalingüística.