El trastorno específico del aprendizaje (TEA)

El trastorno específico del aprendizaje (TEA) se caracteriza por la dificultad que tiene un niño para aprender y ejecutar las habilidades de lectura, escritura y matemáticas. Este trastorno se incluye dentro de los trastornos del neurodesarrollo y nada tiene que ver con el nivel de inteligencia del niño, de hecho, los niños diagnosticados con TEA suelen tener una inteligencia promedio o superior a la media, causando además ansiedad, problemas de conducta y frustración.

El trastorno específico del aprendizaje suele comenzar en edad escolar, aunque hay casos en los que no se ha manifestado hasta la adolescencia. Cuando hay una detección temprana junto con un apoyo apropiado, la probabilidad de superar estas dificultades son muy altas.

Principales Trastornos del Aprendizaje

 TRASTORNO ESPECÍFICO DEL APRENDIZAJE CON DIFICULTAD en la lectura O DISLEXIA

La dislexia es una alteración que afecta la lectura y las habilidades relacionadas con el procesamiento del lenguaje. Cada caso es distinto, pudiendo presentarse los siguientes síntomas:

Síntomas relacionados con la lectura:

  • Fluidez de lectura
  • Decodificación y comprensión de palabras
  • Memoria
  • Escritura y ortografía
  • En ocasiones también afecta al habla

Hay dos tipos de dislexias, la dislexia adquirida (cuando hay una lesión cerebral específica), y la dislexia evolutiva (el niño presenta dificultades de aprendizaje debido al trastorno).
El tratamiento de la dislexia debe empezarse lo antes posible, evitando que aparezcan problemas mayores en el rendimiento académico, en las relaciones familiares, con los amigos o incluso el trabajo si se diagnostica a una edad más avanzada.

TRASTORNO ESPECÍFICO DEL APRENDIZAJE CON DIFICULTAD en la escritura O DISGRAFÍA

La disgrafía es un trastorno relacionado con la dificultad a la hora de escribir. Empieza a manifestarse a partir de los seis años, por lo que es sumamente importante intervenir cuanto antes, para que sus síntomas no se desarrollen durante el crecimiento del niño. 

La disgrafía, se dividen en dos tipos:

  • Disgrafía motriz: Postura inadecuada al escribir, usa de modo incorrecto el lápiz, escribe con excesiva velocidad o lentitud.
  • Disgrafía específica: Es una desviación en la percepción de las grafías. El niño crea letras difíciles de reconocer (deformes, de tamaño desproporcionado, demasiado juntas…). Otro signo de la disgrafía específica son los muchos errores gramaticales que se cometen (de puntuación y de organización de los contenidos).

Síntomas relacionados con la disgrafía:

  • Les cuesta mucho esfuerzo escribir.
  • Posturas incorrectas, rigidez motora o excesiva laxitud.
  • Dificultad para organizar las letras dentro de la palabra o frase.
  • Distinto tamaño en palabras y letras.
  • Falta de control en la presión, los trazos no se mantienen uniformes.
  • Movimientos para escribir lentos, tensos y rígidos.
  • Problemas con las reglas ortográficas, en especial la acentuación.
TRASTORNO ESPECÍFICO DEL APRENDIZAJE CON DIFICULTAD MATEMÁTICA O DISCALCULIA

Es la dificultad para aprender, comprender y resolver tareas que requieran usar las matemáticas. Aunque no es tan conocido como la dislexia, tiene un porcentaje similar a ella. Se estima que entre el tres y el seis por ciento de los niños en edad escolar lo sufren. Aproximadamente la mitad de los niños con discalculia presentan también síntomas de dislexia.

Síntomas relacionados con las matemáticas:

  • Dificultad para calcular, memorizar y organizar números.
  • Dificultad para razonar matemáticamente (resolver problemas).
  • Confundir símbolos (“+” y “-”).
  • Dificultad para comprender la hora.
  •  Contar.

Diagnóstico y tratamiento del trastorno específico del aprendizaje

Hay distintos tipos de evaluaciones:

Evaluaciones educacionales: Evalúan las capacidades en lectura, escritura, matemáticas y ortografía.

Evaluaciones neuropsicológicas: Perfil de las habilidades del niño en razonamiento, aprendizaje, memoria, procesamiento visual y auditivo, comprensión auditiva, expresión verbal, función ejecutiva y habilidades académicas.

A pesar de que no hay cura para el trastorno específico del aprendizaje, sí que hay muchas maneras para mejorar las habilidades de lectura, escritura y matemáticas, desarrollando una estrategia de aprendizaje personalizada para aprovechar las fortalezas del niño e incluso incluyendo un sistema de educación multimodal (usar otros sentidos).

Es muy necesario que la escuela tome un rol importante en este tipo de aprendizaje, manteniéndose en contacto con el especialista y familia para ayudar a determinar los servicios o ajustes que se necesitan y que puedan ayudar al niño.

Trastorno del Aprendizaje No Verbal (TANV)

El Trastorno del Aprendizaje No Verbal (TANV), también llamado TAP (siglas de Trastorno del Aprendizaje Procedimental), está relacionado con una alteración de las funciones que se encuentran en el hemisferio derecho, que es el encargado del procesamiento de la información visual, espacial y sonora, además, tiene la capacidad de percibir y expresar emociones, controlando los aspectos no verbales de la comunicación.

El hemisferio derecho es considerado el área creativa e imaginativa del cerebro, vinculándolo con el aprendizaje rápido e innovador, pudiendo acarrear problemas en el aprendizaje, torpeza social o desorientación del espacio en caso de que exista alguna disfunción en esta área del cerebro.

El TANV es un tipo específico de trastorno del aprendizaje, aunque no están definidos los criterios diagnósticos, ya que no aparece en las categorías diagnósticas CIE-10 o DSM-IV .o DSM-5.

El TANV es un síndrome que se caracteriza por los déficit primarios en la percepción táctil y visual, en las habilidades de coordinación psicomotora y en la destreza para tratar con material o con circunstancias nuevas. En consecuencia, aparecen problemas en el aprendizaje (memoria táctil y visual) y en funciones ejecutivas (formación de conceptos, resolución de problemas, razonamiento abstracto y velocidad de procesamiento de la información). Los efectos finales de estas circunstancias son las dificultades académicas y socioemocionales.

(Rigau-Ratera et al., 2004.)

Sin embargo, la función del hemisferio izquierdo no está afectada, por lo que su percepción, atención, memoria auditiva y sus habilidades motoras simples están intactas, y algunas de las habilidades académicas podrían ser notables o sobresalientes.

Una de las áreas que nos pueden preocupar serían los problemas sociales y emocionales que suelen tener los pequeños, ya que tienen dificultades procesando la información no verbal y espacial, y esto les lleva a errar las interpretaciones de las señales sociales que van vinculadas a la comunicación no verbal.

Los niños con este trastorno les cuesta comprender las expresiones faciales, los diferentes tonos de voz o los gestos que empleamos en una conversación, llevándoles, en muchos casos, al aislamiento social, y acabando a la larga en problemas psicopatológicos como la depresión, la ansiedad, fobias, dolores de cabeza, de estómago, etc.

Algunas de las características de estos niños durante el desarrollo son:

  • Exceso de pasividad y poca exploración del medio.
  • Poco interés en los estímulos externos, sea de forma verbal o no verbal.
  • No les gusta participar en los juegos.
  • Ligero retraso en el desarrollo de las habilidades motoras y en el inicio de la marcha.
  • Escasa coordinación motora.
  • Se caen frecuentemente.
  • Dificultades en las tareas relacionadas con la vida diaria (comida, aseo, etc.)
  • Poco interés en actividades como la construcción de bloques, puzles, etc.
  • Retraso en las habilidades académicas como colorear, recortar, reconocimiento y copia de números y letras (matemáticas, lectura y escritura).
  • Dificultades para confrontar situaciones nuevas.
  • Dificultades visioperceptivas y de orientación espacial.
  • Disfunciones sociocognitivas.
  • Uso inadecuado de la pragmática verbal.
  • Déficits en la cognición social.

La sensación frustrante y de fracaso suele estar patente en estos niños debido a las dificultades que viven diariamente en su vida académica y social, por lo que afectará de forma negativa a su autoestima; ayudarles a aceptar esas dificultades y ofrecerles herramientas para afrontarlas debe ser una prioridad para el docente, que con el apoyo de la familia y el resto del equipo educativo, logrará que se centren más en sus aspectos positivos y consigan avanzar pausadamente.