Indicadores de desarrollo anómalo

Hay ciertas destrezas que están indicadas en un intervalo de edad, como dar los primeros pasos, la sonrisa o decir hola y adiós con la mano. Estas destrezas las alcanzan a través del juego, la interacción o el movimiento, entre otros.

Las áreas clave que habría que tener en consideración, y por tanto vigilar, serían: la mirada, las respuestas a estímulos sensoriales y emocionales, la manipulación y el lenguaje.

La mirada es un elemento que nos conecta con el medio, a través de ella podemos deducir si hay alteraciones en caso de que el niño no responda ante los estímulos que se producen en él.

Las respuestas a estímulos sensoriales que el niño manifiesta deben darse en relación a la visión, la audición, el tacto, la propiocepción y la estimulación vestibular.

Debemos observar de qué manera se producen las respuestas a estímulos emocionales en los primeros meses en relación al sentido del tacto. Más adelante la tolerancia a la frustración a los cambios que se producen en el entorno, la relación que mantiene con sus iguales y con los adultos.

Mediante la manipulación el niño va consiguiendo las distintas habilidades motrices finas que le ayudan a conocer el entorno y alcanzar los hitos que le llevarán a ser más independiente en el aseo, la alimentación o en vestirse y desvestirse. Por eso es importante fomentarla para que se desarrolle correctamente.

El lenguaje es el medio de comunicación más usado. A través de él, el niño puede comunicar lo que quiere en cada momento y transmitir lo que piensa, por eso es importante que lo vaya desarrollando de una forma natural y a su ritmo.

A continuación presento una relación de los hitos del desarrollo y la edad en la que deberían aparecer para tener en cuenta (en caso de que observemos su ausencia), que podrían no darse los parámetros de normalidad y así actuar en consecuencia.

  • 3 meses:
    • Coordina perfectamente los ojos y la cabeza (el cuello) en el seguimiento visual.
    • Localiza el sonido en un arco de 180º
    • Sonríe ante una sola mirada o sonrisa del adulto.
  • 6 meses:
    • Intenta llamar la atención a través de la vocalización, sonriendo o mirando, incluso con gestos corporales.
  • 8 meses:
    • Da mordisquitos a una galleta o un trozo de pan duro.
    • Participa en algunos juegos sencillos donde puede interaccionar con los demás, el cucu tras, por ejemplo.
    • Extiende los brazos hacia el adulto cuando este hace lo mismo para cogerle.
  • 9 meses:
    • Es capaz de encontrar un objeto debajo o dentro de un vaso sin verlo.
    • Tira de una cuerda para atraer hacia sí un objeto o que este produzca un sonido.
  • 10 meses:
    • Busca objetos que no se encuentran en su campo visual, por ejemplo detrás de él.
    • Coopera cuando le vas a vestir, coloca el brazo o el pie.
  • 12 meses:
    • A través de la pinza coge con sus deditos la comida de un plato.
  • 15 meses:
    • Se inicia en el juego simbólico e imita las acciones con los diferentes objetos (peine, teléfono, pañuelo, etc.)
    • Juega con objetos tipo causa efecto, por ejemplo un interruptor de luz, el timbre de una puerta, etc.
    • Señala con su dedo índice algo que quiere, mostrando así su interés en el objeto.
  • 18 meses:
    • Puede encajar una pieza en un encajable de 3 piezas.
    • Puede relacionar dos objetos a través de sus propias experiencias, por ejemplo un bebé y un biberón, una cuchara y un plato, etc.
  • 24 meses:
    • Ordena objetos por categorías (animales, prendas de vestir, vehículos, etc.