Todos los niños se suelen comportar mal en algunas ocasiones, tener berrinches o incluso tener algún problema de comportamiento temporal debido al estrés, como puede ser el divorcio de los padres, la llegada de un nuevo hermano o incluso la muerte de algún familiar o persona muy allegada al niño.
Qué es el trastorno de conducta
Es un trastorno del comportamiento que normalmente se presenta en la infancia tardía o en la adolescencia, y que abarca un patrón continuo de conductas hostiles y graves violaciones de las reglas y normas sociales que no son propias de la edad del niño, afectando a familiares, compañeros y profesores.
Entre un 5 y un 10% de la población sufre este trastorno, aumentando en la adolescencia y en el género masculino.
Las conductas que llevan a cabo las personas que sufren este trastorno se clasifican en cuatro categorías:
Conductas agresivas:
- Daño físico a otras personas e incluso a sí mismo
- Daño a animales
- Acoso y amenazas
- Hostilidad constante ante las figuras de autoridad
- Violación o acoso sexual
Conductas destructivas:
- Vandalismo
- Dañar las pertenencias de otras personas
- Provocar incendios
- Fumar, beber o consumir drogas prematuramente
Falsedad:
- Mentir
- Robar
Violación de las reglas:
- Escaparse de casa
- Faltar a la escuela
- Actividad sexual prematura
- Burlas

¿Cómo se diagnostica el trastorno de la conducta?
Para diagnosticar a un niño de TC, debe haber tres presentaciones como mínimo de estos síntomas en los últimos 6 meses, y los problemas de comportamiento deben provocar un deterioro significativo en la vida diaria del menor.
Un psiquiatra infantil es quien generalmente diagnostica los trastornos de conducta en niños y adolescentes.
Son los padres, junto con los profesores del menor, quienes deben detallar con exactitud la conducta del niño. Junto a unas pruebas psicológicas y observaciones, se hace el diagnóstico.
¿En qué consiste el tratamiento?
- Enfoques cognitivo-conductuales: Mejora las destrezas de solución de problemas, comunicación, control de los impulsos y manejo de la ira.
- Terapia familiar:Esta terapia se enfoca en hacer cambios dentro del núcleo familiar, mejorando la comunicación e interacciones familiares.
- Terapia grupal de pares: Desarrollo de destrezas sociales y destrezas interpersonales.
- Medicamentos: No se consideran efectivos en el tratamiento del trastorno de la conducta, pero pueden ser utilizados si están presentes otros síntomas o trastornos y responden a la medicación.
Con frecuencia, el trastorno de la conducta coexiste con otros trastornos de salud mental, ansiedad, déficit de atención o hiperactividad, trastornos en el estado de ánimo y abuso de sustancias. Si observas en tu hijo un comportamiento parecido, pide ayuda inmediatamente. Los niños con problemas de conducta son más propensos al fracaso escolar, problemas mentales e incluso suicidio. Un tratamiento temprano ayudará a prevenir problemas futuros.