Los niños que nacen sordos o que pierden la audición en la primera infancia no pueden adaptarse de la misma manera al entrar en la escuela, ya que no poseen dominio alguno sobre ninguna lengua, sea hablada o de signos.
Es importante alentar y reforzar sus emisiones mediante el juego vocal, se recomienda aprovechar al máximo los momentos que se comparten con el niño, como pueden ser los cambios de pañal, su baño, y momentos en el que el niño está tranquilo y cómodo, para jugar, hablar, cantar, etc.
Estimular la audición del bebé tiene numerosos beneficios, ayudándole a hablar antes. Si se le habla, se le enseña objetos con sonidos y repetimos lo que el bebé diga le ayudaremos a centrar su atención en distintas fuentes de sonido.
Las pérdidas auditivas pueden estar causadas por diferentes alteraciones que se producen en el oído.
El sentido del oído es muy importante para el desarrollo de un niño, ya que para procesar la información que nos transmite el entorno debemos desarrollar el sentido de la audición.