La discapacidad auditiva en el aula
Los niños que nacen sordos o que pierden la audición en la primera infancia no pueden adaptarse de la misma manera al entrar en la escuela, ya que no poseen dominio alguno sobre ninguna lengua, sea hablada o de signos.
Hay dos tipos de niños con discapacidad auditiva:
- Los que sufren de hipoacusia, este tipo de discapacidad puede ser leve, media o severa, pero no tienen ningún problema para llevar el ritmo de sus compañeros en el aula porque aprenden el lenguaje aunque algunos deban llevar prótesis.
- Los que sufren una sordera profunda o total, esta discapacidad sí limita el ritmo y la educación del pequeño y suele necesitar un especialista en audición y lenguaje, además de una adaptación curricular.
El porcentaje de estos niños, con sordera profunda o total, es inferior a los que suelen presentar otro tipo de anomalía auditiva.
Los pequeños que son sordos aprenden activamente y de forma rápida el lenguaje de signos, por lo que sus padres tendrán que aprenderlo también para poder comunicarse correctamente con ellos, y buscar un centro educativo que le ofrezca las respuestas educativas que su hijo necesita.
Además, es necesario que en el centro haya un buen ambiente para que puedan interactuar con sus compañeros y con los adultos, y aprendan habilidades y los roles sociales a través de las experiencias que van viviendo con ellos.
Los centros en los cuales haya niños con problemas auditivos deben estar dotados de los medios y de las herramientas necesarias para otorgar una correcta educación (materiales didácticos específicos, libros técnicos especializados en la sordera, equipos informáticos adaptados, etc.).
El especialista en audición y lenguaje del centro diseñará las actividades educativas y lúdicas de estos pequeños, colaborando así con el resto del equipo educativo.
El orientador del centro realizará la intervención psicopedagógica y asesorará a los padres y a los docentes.
Las labores de los docentes, de los apoyos y del intérprete de lengua de signos son muy importantes, ya que todos remarán a uno para facilitarle al pequeño a comunicarse de la mejor manera posible.
Las adaptaciones curriculares deben realizarse a principio de curso y modificarlas según las necesidades del pequeño en cada momento, ya que pueden tener problemas de aprendizaje en la lectura, la escritura, el cálculo, entre otros.
Se hará especial hincapié para que desarrolle su capacidad de comprensión y expresión escrita y no tenga que depender de nadie.
Se le han de proporcionar una gran variedad de recursos comunicativos para que se desarrolle social y afectivamente con los demás niños, y se le dará acceso a las demás partes del centro para que pueda interactuar con el resto del profesorado y alumnado.
Debemos prestar mucha atención a su autoestima, reforzarle positivamente, y que así influya en su aprendizaje, de esta manera conseguiremos que el pequeño coja más confianza en sí mismo y en sus posibilidades, aprendiendo más rápidamente; el desarrollo emocional en estas edades es muy importante.
En el centro habría que:
- Sensibilizar a los miembros de la comunidad educativa.
- Eliminar las posibles barreras de acceso a la información y comunicación.
- Adecuar las aulas y demás espacios.
- Formar al docente.
En el aula:
- La iluminación y la calidad del sonido serán los correctos.
- Se distribuirán las mesas y las sillas “en forma de U”.
- El niño con discapacidad auditiva tendrá una ubicación especial.
El docente deberá ampliar el tiempo que emplea en la programación y diseño de las actividades para poder garantizar que el niño con discapacidad auditiva pueda realizarlas también, pudiendo participar en cada juego y tarea que van a realizar el resto de sus compañeros.
Juegos y actividades para la estimulación auditiva
En el anterior post hablaba acerca de la estimulación auditiva en los más pequeños, en este comentaré algunos juegos y actividades que podrás realizar con ellos y así conseguir estimularlos.
Es importante alentar y reforzar sus emisiones mediante el juego vocal, se recomienda aprovechar al máximo los momentos que se comparten con el niño, como pueden ser los cambios de pañal, su baño, y momentos en el que el niño está tranquilo y cómodo, para jugar, hablar, cantar, etc.
En esta etapa es cuando se hace más necesaria la estimulación de la coordinación oculoauditiva, es decir, la conexión de la vista y el oído.
Para ello es necesario realizar juegos o actividades que incluyan:
Hacer ruido con un sonajero: Favorece la estimulación auditiva y táctil del bebé, se pueden usar sonajeros con cascabeles o con piezas que choquen entre sí cuando el bebé lo agarra y lo zarandea. El sonido se recomienda que sea suave para que le proporcione calma y bienestar.
En el primer mes: El bebé no podrá hacer sonar el sonajero, es recomendable que se lo des para que lo agarre y, suavemente, colabores con él para agitarlo. Así interiorizará que siempre que mueve la mano y sostenga el sonajero, este sonará. Así aprenderá a asociar los sonidos y objetos, comenzando a coordinar los sentidos del oído y la vista.
A los cinco meses: El bebé descubre que el sonido del sonajero lo provoca él cuando lo agita con sus manos.
De los cinco a los siete meses: Verás que el bebé muestra grandes avances. La columna vertebral y los músculos del cuello se están fortaleciendo y sus movimientos son cada vez más seguros. Aumenta el desarrollo de los sentidos, sobre todo la visión y el oído.
De los ocho a los doce meses: En esta etapa los niños comienzan a gatear, sentarse solos, desplazarse y alcanzar los objetos que ven y que desprenden sonidos. Tienen mayor control sobre su cuerpo y en las direcciones que toma, y más cuando una fuente de sonido les atrae.
Se destacan dos estímulos importantes a partir de esta etapa:
Repeticiones: Posibilitan que el niño vaya reconociendo los sonidos y se gire cuando los escucha de espaldas.
Acompañamiento: El sonido puede ir unido a otros estímulos sensoriales como la vista, esto ayuda que al escuchar un sonido pueda reconocer su procedencia.
PROGRAMACIÓN DE ESTIMULACIÓN AUDITIVA
- Provocar en el niño emisiones de vocales haciéndole caricias o cosquillas.
- Escuchar audios con diferentes volúmenes de sonidos.
- Estimular con objetos que emitan sonidos y colocarlos en diferentes direcciones con el fin de que gire la cabeza hacia el lado donde aparece el sonido. Si no ubica en qué dirección proviene el sonido hay que ayudarle, aumentando progresivamente la distancia.
- Estimular con coordinación los sentidos del oído y del tacto, haciendo que el niño agarre un sonajero, una campana o un llavero y animarlo a que lo haga sonar.
- Favorecer su escucha a través de pequeñas órdenes con el fin de que las entienda y las cumpla (en forma de juego).
- Cantar canciones cortas y hacer que las repita.
- Arrancar una hoja de un cuaderno haciendo que esta desprenda un suave sonido, luego esta hoja la arrugaremos suavemente y rápidamente haremos distintos ritmos.
MEMORIA AUDITIVA
- Creas pequeñas secuencias rítmicas con las palmas.
- Repetir palabras, nombres, letras, si no posee lenguaje, vocalizaciones y balbuceos.
- Tararear canciones.
PERCEPCIÓN AUDITIVA (12-24 meses)
- Hacer juegos donde el sonido y los gestos vienen coordinados: Risa, bostezo, llanto, ronquidos, estornudos, etc. (asociándolos a una acción y al estado de ánimo).
- Narrar cuentos donde los personajes sean animales, haciendo la interpretación de los mismos.
- Utilizar instrumentos variados para distinguir sus sonidos.
- Hacer una actividad donde se empleen diferentes tonos de sonidos: alto- bajo, grave-agudo.
A partir de los dos años: El manejo del lenguaje y su destreza manipulativa hace que el niño pueda cantar canciones o utilice y fabrique diferentes instrumentos musicales. En esta etapa es muy importante que aprenda a diferenciar distintos ritmos, estimulando así el sentido del oído.
Tanto los docentes como los papás pueden aprovechar la gran variedad de recursos que nos ofrece la música para trabajar con los pequeños.
Estimulación auditiva en niños
Estimular la audición del bebé tiene numerosos beneficios, ayudándole a hablar antes. Si se le habla, se le enseña objetos con sonidos y repetimos lo que el bebé diga le ayudaremos a centrar su atención en distintas fuentes de sonido.
Desde el nacimiento, la voz de la madre le calma y le tranquiliza, igual que el latido de su corazón, pues está acostumbrado a su musicalidad familiar. Diversos estudios revelan que el bebé escucha desde el útero materno. Las voces humanas son los sonidos que más le atraen y es importante que utilicemos este recurso para llamar su atención, con distintas voces, tonos, canciones, risas.
El oído juega un papel principal en la estimulación del cerebro, el Dr. Alfred A. Tomatis afirma que escuchar no es oír, oír es un proceso pasivo, y escuchar es un proceso activo que requiere un uso adecuado del oído, siendo esta la función primaria de este.
Escuchar es la habilidad de captar información, como la habilidad de filtrar la información irrelevante o que no vale para nada porque no es importante.
¿CÓMO FUNCIONA LA AUDICIÓN?
El oído, a diferencia de la vista, es un sentido que recibe información constantemente sin que nosotros hagamos nada porque permanece siempre “conectado” y no podemos dirigirlo de forma consciente.
Durante el primer mes de vida hay que dirigirse al bebé siempre de frente. La estimulación auditiva entra en estrecha relación con la adquisición temprana del lenguaje y la comunicación, haciendo una estimulación adecuada conseguirás que el niño reconozca los sonidos del entorno y responderá ante ellos.
ESTIMULACIÓN DEL OÍDO
El estímulo auditivo consiste básicamente en hablar al bebé, enseñándole diferentes sonidos y que de igual forma descubra de qué se tratan.
Es importante clasificar los sonidos para que el niño los diferencie y los asocie a un objeto, una persona o circunstancia.
Dos normas básicas para la estimulación de la audición del bebé son:
- Una pronunciación exagerada o emitir sonidos articulados.
- La creación de un diálogo a base de preguntas repetitivas.
Con una buena base de la adquisición del lenguaje, la estimulación auditiva debe estar unida a los movimientos del cuerpo, la utilización de la boca y la lengua. Es importante que te observe para que empiece a repetir sonidos, debemos repetir lo que ha dicho para ir estableciendo pequeños diálogos que sean muy enriquecedores para fortalecer y favorecer el vínculo afectivo entre padres e hijos.
En el próximo post comentaré algunos juegos y actividades para la estimulación auditiva.
Alteraciones en el oído
OTITIS
Es muy frecuente durante la infancia a partir de los 6 meses y en bebés más pequeños. Se produce por la acumulación de mucosidad en las fosas nasales o en la garganta, provocada por un catarro. Esta mucosidad alcanza el oído medio a través de la trompa de Eustaquio y se produce una inflamación del oído medio, llamada otitis.
La infección del oído medio se produce por un cúmulo de pus y fluidos, estos presionan el tímpano ocasionando un dolor muy vivo que suele hacer llorar a gritos al niño y puede ocasionarle pérdida de audición.
Ocurre sobre todo en los meses fríos, en casos muy severos se puede llegar a perforar la membrana del tímpano, el pus sale al exterior y el bebé deja de llorar, esto puede provocar una pérdida auditiva, por lo que se hace necesario un diagnóstico y tratamiento lo antes posible.
Los niños con otitis tendrán síntomas que se manifiestan en muestras de dolor intenso, los mayores dirán que les duelen los oídos pero los más pequeños estarán más irritables y llorarán más de lo habitual.
También presentarán cambios en el apetito y tendrán trastornos en el sueño, agitación e irritabilidad, supuración por los oídos, dificultad para escuchar correctamente, pérdida del equilibrio, mal olor que sale de sus oídos, diarrea, náuseas y fiebre.
Los bebés y los niños pequeños tienen una trompa de Eustaquio más corta y más angulada que los niños mayores y los hace más propensos a la otitis. Esto favorece que los mocos de la nariz pasen fácilmente al oído, donde se convierten en caldo de cultivo de virus o bacterias y se desarrolle la otitis. Así, se produce la infección que cursa con inflamación y produce dolor. La mayoría de los niños superan la tendencia a desarrollar infecciones del oído cuando tienen más de 4 años de edad.
Otras causas que pueden desencadenar la otitis son las infecciones del oído repetidas, la obstrucción infecciosa de la trompa de Eustaquio, la exposición a infecciones virales frecuentes en las escuelas infantiles, exposición pasiva al cigarrillo, uso de chupetes, antecedente familiares de infecciones auditivas frecuentes y la obstrucción alérgica de la trompa de Eustaquio.
El diagnóstico médico se realiza mediante la exploración del interior del oído con un otoscopio, un aparato que el pediatra introduce en el interior del oído para comprobar el estado del oído medio, y se completa con un examen de las vías respiratorias y de la garganta, aparte de una evaluación de los síntomas del niño. Normalmente se trata con antibióticos.
Un dato de interés es que se ha comprobado que la lactancia materna disminuye el riesgo de infecciones del oído.
TINNITUS O SILBIDOS EN LOS OÍDOS
El tinnitus provoca pitidos y zumbidos en los oídos, a todos nos ha pasado alguna vez que después de haber estado en una fiesta, concierto o evento ruidoso nos vibran los oídos; a este malestar se le denomina tinnitus, suele durar hasta que los oídos vuelven a adaptarse a los niveles sonoros considerados normales. Las personas con tinnitus severo pueden tener dificultad al hacer sus tareas diarias como por ejemplo trabajar, oír bien o dormir.
Las causas del tinnitus influyen en la pérdida de la audición, esta enfermedad puede darse por la exposición a ruidos fuertes o medicinas que haya tomado debido a otro problema. El tinnitus también puede venir acarreado de otros problemas de salud tales como alergias, presión arterial alta o baja, tumores y problemas cardíacos, la mandíbula y el cuello.
El tratamiento puede incluir el uso de audífonos, dispositivos que enmascaran los ruidos, medicinas y aprender maneras para lidiar con el ruido. Algunas personas nacen con deficiencias auditivas, los niños y adolescentes pueden perder audición por muchas razones, de hecho, muchos expertos creen que estamos perdiendo la audición a edades más tempranas que hace tan solo treinta años, ya que cada vez estamos más expuestos a numerosos ruidos con un alto volumen, como por ejemplo los cascos, la videoconsola o la televisión, entre otros.

HIPOACUSIA
La hipoacusia es la incapacidad total o parcial para oír sonidos en uno o en ambos oídos. Un bebé normal oye sonidos por debajo de cierto nivel y un bebé con hipoacusia no puede oír sonidos por debajo de ese nivel.
Por cada 1000 bebés nacidos, 3 sufren algún grado de hipoacusia o sordera parcial al nacer. Puede desarrollarse en niños que tenían una audición normal cuando eran bebés, la pérdida de audición puede darse en uno o en ambos oídos y se puede clasificar en leve, moderada, severa o profunda. En algunos casos la hipoacusia es progresiva, empeoran con el tiempo, otras veces permanecen estables.
Muy importante es el cuidado de las mujeres que planean quedarse embarazadas, es aconsejable tener todas las vacunas al día, solamente tomar los medicamentos prescritos por el médico, y hay que tener especial cuidado con la toxoplasmosis.
Factores de riesgo:
- Antecedentes en la familia.
- Infección provocada por virus y bacterias durante el embarazo o en el nacimiento.
- Nacer con bajo peso.
- Problemas en la formación de la estructura de los huesos del cráneo.
TIPOS DE HIPOACUSIA:
- Hipoacusia conductiva: Es un problema en el oído externo o el oído medio. Las causas en niños son producidas por acumulación de cera en el oído, malformaciones en la estructura del conducto auditivo externo o el oído medio, infecciones repetitivas del oído, introducción de objetos extraños en el oído, algunas lesiones, ruptura del tímpano, mastoiditis.
- Hipoacusia neurosensorial: Se produce por exposición de la madre (durante el embarazo) a algunos tóxicos o medicamentos, si esta ha tenido infecciones por citomegalovirus o rubeola congénita durante los primeros meses de embarazo, enfermedades genéticas o síndrome de Down, infecciones como la meningitis bacteriana en el bebé después del nacimiento, problemas de malformación en la estructura del oído interno.
- Hipoacusia mixta: Cuando se da una combinación de problemas conductivos y neurosensoriales, por lo que la causas puede ser cualquier combinación de las causas de ambas hipoacusia.
- Hipoacusia central: Aparece al tener dañado el nervio auditivo o las rutas cerebrales que llevan a cabo dicho nervio, es poco común en niños y si se presenta viene causado por tumores o enfermedades que afectan a la vaina de mielina que envuelve a las neuronas.
OTROS TIPOS DE HIPOACUSIA
A veces la hipoacusia aparece en niños antes de que se desarrolle el lenguaje, hay que tener muy en cuenta cuándo aparece, así podemos distinguir:
- Hipoacusia prelocutiva: Surge antes de que el niño haya aprendido a hablar, por lo tanto el lenguaje oral queda dificultado y da lugar a que no se dé un correcto desarrollo cognitivo del niño.
- Hipoacusia poslocutiva: Surge después de que el niño haya comenzado a hablar, estas son más leves ya que en algunos casos hablan como las personas sin deficiencias auditivas.
Los síntomas de la hipoacusia en bebés van a depender de la edad, un bebé recién nacido con hipoacusia no se sobresalta cuando suena un ruido fuerte a su lado, los más mayores puede que no muestren ninguna reacción cuando les habla su madre/padre u otro familiar.
A los 15 meses los niños deben emplear palabras aisladas y oraciones simples de dos palabras, si no lo hacen pueden sufrir hipoacusia desde la infancia. Incluso hay niños que se les diagnostica en la escuela, ya que se observa una falta de atención o que no reaccionan igual ante las actividades de la clase.
Es muy importante la detección en edades tempranas.
Un tratamiento a tiempo puede permitir a muchos niños que desarrollen el lenguaje sin ningún retraso. Si se detecta la hipoacusia en un recién nacido, el tratamiento debe empezarse a los 6 meses. Este tratamiento va a depender del estado general del bebé y de la causa de la hipoacusia.
Tipo de tratamientos:
- Logopedia.
- Lenguaje de señas.
- Implante coclear, esto se realiza en bebés que tengan una hipoacusia neurosensorial profunda, estos quedan más expuestos a sufrir meningitis bacteriana, existen vacunas que reducen el riesgo.
- Medicamentos para las infecciones, que si se producen repetitivamente van a dar lugar a una hipoacusia conductiva.
- Drenajes cuando se producen infecciones muy continuas.
- Cirugía para poder corregir los problemas estructurales.
Dependiendo del tipo de hipoacusia o de su severidad se pueden conseguir muchas mejoras debido a los adelantos, sobre todo los tecnológicos que han dado lugar a los audífonos.
MASTOIDITIS
La mastoiditis en una infección del hueso mastoideo del cráneo, este hueso se encuentra detrás de la oreja. Esta infección afecta generalmente a los niños. Esta infección generalmente es causada por otitis media aguda, la infección puede pasar al hueso mastoideo, este hueso se llena de infección y su estructura se puede deteriorar.
Los síntomas son:
- Supuración del oído.
- Dolor en el oído y/o de cabeza.
- Fiebre.
- Enrojecimiento del oído por la parte de atrás.
- Hinchazón de la parte de atrás del oído, que es donde se encuentra el mastoides.
Esta enfermedad es difícil de tratar, ya que es complicado hacer llegar los medicamentos al hueso mastoideo, suele ser necesario un tratamiento repetitivo y prolongado. Se trata con antibióticos inyectados y por vía oral.
Si los antibióticos no son efectivos es necesaria una intervención quirúrgica, para extraer la parte del hueso mastoideo y drenar la infección.
Es conveniente que cuando se dé una infección del oído sea tratada lo antes posible y con el tratamiento adecuado para evitar este tipo de infecciones que puede dar lugar a daños irreparables.
Si te interesa el tema, también puedes conocer las características del oído o su evolución.
Evolución del sentido del oído
El sentido del oído es muy importante para el desarrollo de un niño, ya que para procesar la información que nos transmite el entorno debemos desarrollar el sentido de la audición.
Desde el momento del nacimiento los bebés tienen el sentido del oído más o menos desarrollado, e incluso pueden oír y responder a los sonidos veintiocho semanas antes de su nacimiento, donde ya han tenido la oportunidad de escuchar el paso de la sangre por el cordón umbilical, ruidos intestinales y latidos del corazón de su madre.
Pero el líquido amniótico que ha penetrado en el conducto auditivo del bebé durante nueve meses produce una oclusión que hace que durante las dos semanas después de su nacimiento pueda llegar a disminuir su capacidad auditiva, aunque siga respondiendo a estímulos a través de la vista, la aceleración del ritmo cardíaco y la respiración.
Poco a poco podrán ir diferenciando sonidos de habla humano y sonidos no verbales como el ruido de un tambor.
Además, los bebés reaccionan ante sonidos que les resultan familiares, sonidos que estuvo escuchando durante los nueve meses de gestación y que tiene la capacidad de recordar y reaccionar ante ellos, bien de manera agradable si le produjo tranquilidad en su momento, (puede que incluso le ayude a conciliar el sueño) o de manera desagradable si le resultaba ruidoso o molesto (lo que le llevará a llorar).

Es importante conocer algunos de los hechos más relevantes de la evolución auditiva humana. El oído se desarrolla mayoritariamente de manera intrauterina, su formación comienza durante las primeras semanas en unas protuberancias situadas bajo la cabeza, a ambos lados del cuello; poco a poco los pabellones auditivos se irán desplazando desde ahí hasta su correcta localización.
Desde el final del sexto mes el oído ya está en su sitio y completamente formado, pero el feto ya puede percibir sonidos procedentes de la madre o del exterior desde la décimo sexta semana.
Desde el primer mes después del nacimiento tiene la capacidad de responder ante un ruido girando la cabeza, se siente atraído por sonidos del habla humana, sobre todo en tonos más fuertes de lo normal, aunque oyen mejor las frecuencias bajas.
Entre los dos y los cuatro meses es capaz de inclinarse por uno u otro sonido vocálico y al quinto mes percibe las emociones de los seres que le rodean.
Con seis meses perfecciona la sensibilidad auditiva hasta percibir correctamente las frecuencias y tonos dados en el entorno, así el niño será capaz de discriminar sonidos con el paso del tiempo.
Las reglas básicas para la estimulación de la audición del bebé son:
- Una pronunciación exagerada o emitir sonidos articulados.
- La creación de un diálogo a base de preguntas repetitivas.
Con una buena base de la adquisición del lenguaje, la estimulación auditiva debe estar unida a los movimientos del cuerpo, la utilización de la boca y la lengua. Es importante que te observe para que empiece a repetir sonidos, debemos repetir lo que ha dicho para ir estableciendo pequeños diálogos que sean muy enriquecedores para fortalecer y favorecer el vínculo afectivo entre padres e hijos.