La importancia de la lectura en infantil

Es importante que favorezcamos y alentemos el amor por la lectura a los niños desde que son pequeñitos, sé que en ocasiones no resulta nada fácil, y más con la llegada de la tecnología que, seguramente les motive más, pero hemos de ser conscientes de todos los beneficios que tiene, y si comienzan desde pequeños a disfrutarla…convertirán el hábito de leer en todo un hobby.

Este acto no solo nos proporciona información sobre lo que estamos leyendo, sino que también aprendemos sobre eso mismos temas, además de ortografía, ganando ritmo, velocidad y comprensión lectora.

Poco a poco vamos creando hábitos de reflexión y análisis, fomentamos la concentración, la creatividad y la imaginación, puesto que toda esa historia que estamos leyendo la vamos imaginando en nuestra cabeza.

La lectura nos ayuda en el desarrollo y la mejora del lenguaje, perfeccionando la expresión oral y escrita, aumentando el vocabulario y mejorando la redacción.

Así mismo, las personas con hábito de lectura tienen una autonomía cognitiva más amplia, suelen ser más autodidactas y con una fluida comprensión lectora.

El niño lector, al igual que el que aún sin saber leer escucha atentamente un cuento, se adentra en un mundo artístico y de fantasía a través de las ilustraciones y de las palabras del cuento o del libro, aumentando su habilidad de escucha y desarrollando su sentido crítico.

El niño se divierte a través de los libros, aprende valores como el de la amistad o el respeto, desarrolla su conciencia y va formando sus propios juicios y criterios, autoconociéndose y descubriendo sus intereses.

Este mundo de magia y fantasía hace que el niño vuele en su imaginación y se transforme en uno de los personajes, creando de la nada un entorno similar al del cuento.

Esta afición tan sencilla y bonita enriquecerá su vida de forma permanente.

Pero, ¿cómo podemos fomentar el hábito de la lectura en nuestros pequeños si nosotros mismos no lo practicamos o realmente no sabemos cómo hacerlo?

Algunos consejos:

  • Incluye la lectura en algún momento del día, resulta más fácil hacerlo a la hora de dormir, así lo convertiremos en un hábito.
  • No debe ser presentado como una obligación, leer es un placer y como tal hay que inculcárselo al niño.
  • Ofrécele cuentos cuando sea un bebé y pueda mantenerse sentado, los hay pequeños y manejables para su edad, hechos con tela o de plástico, con velcros y sonoros o de cartón duro, ¡hay mucha variedad!
  • Los cuentos y los libros tienen que estar a disposición del niño, a su alcance, para que él los coja en el momento que le apetezca, incluso cuando aún no han aprendido a leer pueden cogerlos para hojearlos por encima, ver sus dibujos e inventarse la historia.
  • Comienza a leerle cuentos desde pequeño para que se vaya familiarizando con la lectura, hazlo sin prisas y haciendo énfasis en los cambios de personajes para que le resulte divertido. Si notas que un cuento no le gusta, pasa a otro.
  • Sería interesante que el niño viera el ejemplo en casa, con esto me refiero a que él mismo vea a los hermanos o a los padres leer, primero porque así lo verá como algo integrado en su entorno, y de segundo porque a los niños les encanta imitar a sus iguales y a los adultos.
  • Si el niño quiere que le cuentes el mismo cuento una y otra vez no se lo niegues, con ello estaremos favoreciendo la memorización y la noción de secuencia.
  • Puedes organizar un espacio que se destine únicamente a la lectura, puede ser un rincón de la habitación o incluso en una cama o sofá, pero que el niño al estar ahí recuerde que ese es el sitio de la lectura.
  • Visitar bibliotecas, librerías, exposiciones o ferias de libros es una buena oportunidad para fomentar su interés por la lectura.
  • Si quieres premiar al pequeño por algo que ha hecho bien… ¿qué mejor manera que hacerlo regalándole un libro?

La música en Educación Infantil

La presencia de la música en los primeros años de vida tiene una gran importancia, tanto para la adquisición de las destrezas musicales como para la evolución integral del pequeño, y es que la música es, sin ningún tipo de duda, el recurso más eficaz para incorporar datos que perdurarán en su memoria durante mucho, mucho tiempo.

La música es un lenguaje universal, activo, globalizador e integrador, que le sirve al docente para trabajar multitud de áreas como el desarrollo psicomotor, socio afectivo, matemático, el lenguaje, la formación de hábitos, etc.

El descubrimiento del mundo sonoro se centra en la atención y la exploración de las opciones sonoras de los objetos que tiene el niño a su alrededor y la discriminación de las cualidades sonoras.

Ya desde muy pequeños, los bebés agarran y golpean los objetos, explorando y jugando con los diferentes sonidos que estos tienen, pudiendo mostrar aceptación o rechazo por ellos y expresándolos a través de sus conductas (risa, movimientos de manos, inquietud, expresiones de voz, etc.)

En la escuela se pueden trabajar diferentes conceptos a través de la música:

  • Las estaciones.
  • El tiempo.
  • Los números.
  • Las letras.
  • Los colores.
  • Los animales.
  • Las partes del cuerpo.
  • Los miembros de la familia.
  • Etc.

En el colegio se puede aprovechar este gran recurso para impulsar el aprendizaje:

  • Lógico-matemático.
  • Lenguaje.
  • Psicomotricidad.
  • Inglés.
  • Conocimiento del medio.
  • Etc.

OTROS BENEFICIOS DE LA MÚSICA

Además, a través de la música podemos expresar nuestras emociones, nuestros estados de ánimo, sirviendo al docente como conductor para trabajar la inteligencia emocional.

En la práctica instrumental, además, estaremos trabajando la motricidad fina, gruesa, el movimiento y la coordinación, al igual que en psicomotricidad.

A través del movimiento se fomenta:

  • El conocimiento del espacio y del propio cuerpo.
  • El desarrollo psicomotor, la coordinación, la destreza corporal, la lateralidad, el equilibrio y el esquema corporal.
  • La imaginación y la inteligencia creativa.
  • Las pautas de conducta y de adaptación social.
  • La autoestima, el autoconocimiento y la autorrealización.

Con la audición podemos trabajar:

  • La atención y la concentración.
  • La escucha activa.
  • La discriminación auditiva.
  • La educación del oído.
  • La propia cultura musical.

El canto de canciones contribuye:

  • Al perfeccionamiento del lenguaje y el desarrollo de la expresión oral.
  • La mejora de la articulación y la dicción.
  • La coordinación entre el pensamiento y la palabra.
  • La integración de conceptos y su memorización, hábitos y rutinas.
  • La ampliación de vocabulario.

Para conseguir todo esto, el docente deberá dotar su aula de una auténtica expresión musical mediante el uso de canciones, melodías, juegos sonoros, actividades motrices y creatividad musical en todas sus formas y variantes, con los recursos adecuados para conseguir el mayor beneficio en sus alumnos.

“La música es la parte principal de la educación, porque se introduce desde el primer momento en el alma del niño y la familiariza con la belleza y la virtud”.

Platón

Genio, talento y rendimiento escolar en los alumnos de AA.CC

El concepto de genio se define como una persona que posee ciertas habilidades en inteligencia y en creatividad, y que ha inventado algo trascendental para la humanidad.

Según una de las definiciones de la RAE, el genio tiene la capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables.

El talento es una habilidad específica en un sector en particular, como pueden ser las matemáticas, el arte o la música, entre otros. Así, la persona talentosa despunta en uno de esos campos, destacando entre el resto de gente.

Según la RAE, la persona talentosa es la que tiene talento, ingenio, capacidad y entendimiento, y el talento es esa habilidad que posee esa persona inteligente o apta para determinada ocupación.

Definitivamente, genio y talento no significan lo mismo, mientras el genio disfruta de diferentes habilidades en relación a la inteligencia y la creatividad, el talentoso muestra habilidades sobre un área concreta.

Según la definición de Jiménez (2000), el rendimiento escolar es un “nivel de conocimientos demostrado en un área o materia comparado con la norma de edad y nivel académico”.

Los alumnos de altas capacidades que obtienen en la escuela un bajo rendimiento normalmente tienen detrás varios factores que les está llevando a ese nivel académico.

Algunos de ellos pueden ser:

  • Factores familiares como los conflictos entre los integrantes del conjunto familiar, un estilo permisivo o negligente por parte de los padres que les conlleve a tener bajas expectativas hacia el alumno.
  • Baja motivación en el aula, aburrimiento por el bajo nivel que le supone el temario.
  • Factores socioculturales y socioeconómicos que puedan desfavorecer al alumno.
  • Aislamiento social o presión de los iguales para ser como ellos.
  • Algún tipo de déficit o problema que aún no esté diagnosticado, como puede ser el TDAH, disincronías, TEA, DEA, etc.

Finalmente, muchos optan por abandonar su formación a causa de la frustración que les provoca las diferentes situaciones que vive en el centro escolar.

En este sentido, la escuela cobra una importancia fundamental para motivar a sus alumnos y despertarles un incesante interés en las clases, buscando nuevas metodologías y ayudándoles a que su rendimiento escolar sea el adecuado.

En relación a los alumnos de altas capacidades que obtienen en la escuela un alto rendimiento, sus características en comparación a los de bajo rendimiento son totalmente opuestas:

  • En el ámbito familiar están centrados en el alumno, este le ofrece un soporte emocional estable y mantienen buenas relaciones entre los diferentes componentes de la familia. Su estilo educativo suele ser democrático y asertivo, respetando las normas sin surgir conflictos que puedan llevar a la desestabilización.
  • Los factores socioculturales y socioeconómicos suelen ser favorables cara a su educación.
  • Son alumnos con una gran integración social, sin problemas con sus iguales.
  • Tienen un autoestima alto.

Además de estas características comunes y tan contrarias, los alumnos con un alto rendimiento gozan de una motivación tanto intrínseca como extrínseca, muestran iniciativa y son bastante autónomos en las tareas.

De igual manera los maestros deben fomentar todo su potencial e implicarse de manera activa en su proceso de aprendizaje.

El juego simbólico y sus beneficios

El juego es, en general, cualquier actividad lúdica en la cual el niño se divierte; el juego simbólico es un tipo de juego donde predominan los símbolos o la función simbólica. Es decir, los objetos que se usan tienen un significado extra, se transforman para simbolizar otros objetos que no están presentes en el momento del juego, por ejemplo, una pala de pádel puede hacer de sartén.

Pero no solo entran en juego los objetos, sino los niños y las conductas, la representación de sus actos puede estar transformada por el juego en sí mismo. Lo real pasa a ser pura fantasía. Un niño coge un plátano y hace una llamada telefónica con él a su madre, la vivencia es real, aunque imaginaria, incluso mantiene una conversación con ella.

Este juego tiene tal relevancia que el niño es capaz de volcar en él sus sentimientos o experiencias, y mostrar sus emociones sin pensar en que pueda ser reñido, por lo que es un factor importante para el docente, ya que puede observar conductas que se intuyan como “no normales”. Por ejemplo, un niño que está cuidando a un bebé y comienza a darle de comer despacio, pero de pronto le grita, le echa la comida por encima y termina pegándole.

Todo en nuestros alumnos es observable, solo hay que estar pendiente de cada uno de ellos.

También permite el acercamiento social, comienzan a jugar paralelamente y se inician las habilidades sociales, las actividades senso-motoras se subordinan a la representación e imitación, llevándoles a un enriquecimiento lingüístico y a un desarrollo cognitivo.

Evoca situaciones, personas y objetos que no están presentes en el momento del juego y esto hace que su pensamiento se haga más complejo, simulando situaciones que ya han ocurrido y planteando estrategias de resolución.

Los recursos materiales usados en el juego simbólico son claros mediadores mediante los cuales los pequeños pueden expresar sus sentimientos, crean sus propias representaciones mentales según sus vivencias, desarrollan diferentes roles y les ayuda a potenciar su imaginación y creatividad.

Estos deben ser simples y de la vida diaria, ya que cualquier tipo de objeto cotidiano es válido para representar este juego, al igual que los propios juguetes, ya que los utilizan para otro fin. Los docentes les ofrecerán materiales que logren estimular su desarrollo integral y obviamente, que sean seguros y atractivos para que nazca en ellos su curiosidad innata.

El juego simbólico es un juego muy presente en las escuelas infantiles ya que contribuye a la formación y la maduración del niño, al igual que el cesto de los tesoros y el juego heurístico en los años anteriores.

Este juego comienza alrededor de los dos años, coincidiendo con su andadura lingüística, como he comentado anteriormente tiene una gran cantidad de beneficios en el niño, entre ellos:

  • Potencia la creatividad, la curiosidad y la imaginación.
  • Fomenta el desarrollo cognitivo y emocional.
  • Adquiere nuevo vocabulario según va recreando nuevos escenarios.
  • Favorece las habilidades sociales, la empatía o la colaboración.
  • Ayuda a manifestar sus propios sentimientos y emociones, sus miedos, su tristeza, su alegría, etc.
  • Estimula la estructuración del pensamiento y la función simbólica.
  • Fomenta la autoestima y la autoconfianza.
  • Favorece el aprendizaje acerca del entorno en el cual vive.

El juego heurístico y su práctica

El término “heurístico” proviene la palabra griega “heurisko” que significa investigar o descubrir por sí mismo.

El juego heurístico es una actividad en la cual los niños juegan de forma libre con los objetos expuestos, pudiendo combinarlos de la manera que ellos prefieran, de esta manera vivencian la manipulación, exploran y descubren sus características, y poco a poco van adquiriendo nociones de textura, volumen, peso, color, etc. ayudándoles a clasificarlos.

Esta continuidad del “cesto de los tesoros” fue creado por Elinor Goldschmied en 1981 y va dirigido a niños entre los 12 y 24 meses, siendo un gran recurso en las escuelas infantiles.

Según el Oxford Dictionary el aprendizaje heurístico es “un sistema de educación en el que al alumno se le enseña a descubrir por sí mismo las cosas”.

La duración de esta actividad está sujeta a los ritmos de la escuela, que suele rondar los 30-45 minutos, pero si lo realizas en casa junto a tu peque puedes ampliarlo a una hora, una o dos veces por semana.

 Se trata de un juego libre, por lo que el educador no dirige la actividad del niño, a no ser que surja algún tipo de problema en el aula, como que un niño moleste a otro o ambos quieran el mismo objeto.

Esto permitirá que cada niño aprenda a su ritmo, investigando acerca de las diferentes posibilidades de asociación que tienen los objetos entre sí, promoviendo aspectos como la coordinación visomotriz y la curiosidad innata que le llevará finalmente al aprendizaje.

El juego heurístico favorece la autonomía del niño y la concentración, fomenta su capacidad cognitiva ya que poco a poco va percibiendo la relación de causa-efecto y las cualidades de cada objeto, discriminándolos y categorizándolos en grupos.

A través del reconocimiento y la comparación van desarrollando el razonamiento y el pensamiento lógico matemático, estructurando con el tiempo el pensamiento y el lenguaje.

Como el niño utiliza todo su cuerpo, desarrolla el equilibrio estático y dinámico y aumenta su coordinación motora fina y gruesa.

Su desarrollo motor y sensorial es potenciado por la interacción que tiene con los objetos a través de su cuerpo, de sus acciones y sus sentidos.

Por lo que puedes observar, es muy beneficioso en muchos aspectos, de ahí la importancia que tiene en las escuelas.

Es un juego individual y en paralelo, lo que significa que cada niño jugará a su manera centrándose únicamente en los objetos que tiene delante, aunque con el paso del tiempo es posible que observe a los demás e imite lo que hacen.

Los niños con algún tipo de discapacidad serán ayudados en base a sus necesidades pero intentando interferir lo menos posible en el juego.

El desarrollo del juego heurístico se compone de tres fases:

  • Preparación, donde el educador prepara el juego y distribuye los materiales, colocándolos en 4-5 focos con una distancia amplia entre uno y otro.
  • Exploración, los niños exploran e interaccionan con los diferentes objetos, recalco de nuevo que es un juego libre.
  • Recogida, los niños clasifican los objetos en las bolsas, esta parte del juego es importante en su aprendizaje, ya que les ayuda a organizar y estructurar su pensamiento.

El espacio debe estar libre de estímulos para que no interfieran en el juego, solo pueden encontrarse en el suelo los objetos del juego heurístico.

¿Cuáles son los objetos idóneos para los niños?

En relación a esto hay multitud de objetos que puedes utilizar, normalmente en cada sesión se emplean 3 o 4 categorías, así que puedes ir alternándolas según las características de tu grupo, algunos de estos objetos son:

Tapones de corcho, anillas de cortina, cucharas, pinzas de la ropa, coladores, botes de leche en polvo o cola cao, tapas, pinceles, juegos de llaves, cajas de cartón, coladores de té, tubos de cartón, brochas de maquillaje, bolsas de tela, cestos de mimbre, pelotas de tenis, cajas de metal, bigudíes, telas, bolas de lana, etc.