La importancia de la educación en la primera infancia (II)

Siguiendo la línea del anterior post donde hablaba de la importancia de la educación en la primera infancia, la cual constituye una etapa vital en el desarrollo y la formación de la personalidad, seguiré aportando información de organismos que avalan estos datos y coinciden en lo significante que es que los pequeños sean estimulados de forma adecuada y consigan desarrollarse correctamente.

Según el informe para la Comisión sobre los Determinantes Sociales de la Salud de la Organización Mundial de la Salud:

“Los primeros años de vida son cruciales en el influjo de una serie de resultados sociales y de salud a lo largo del ciclo vital. Hoy en día, los estudios revelan que muchos de los desafíos afrontados por la población adulta (problemas de salud mental, obesidad/retardo en el desarrollo, enfermedades cardíacas, criminalidad, habilidad numérica y de lecto-escritura) tienen sus raíces en la primera infancia (…) En el presente, las investigaciones demuestran que el entorno inicial de los niños causa un impacto trascendental sobre el modo en que su cerebro se desarrolla. Un bebé nace con miles de millones de células cerebrales que representan el potencial de toda su vida; sin embargo, para desarrollarse, estas células necesitan conectarse entre sí. Cuanto más estimulante sea el ambiente primario, más conexiones positivas se forman en el cerebro y mejor es el progreso del niño o niña en todos los aspectos de su vida, en términos de desarrollo físico, emocional y social, así como su capacidad para expresarse y adquirir conocimientos. (…)El período de la primera infancia es considerado la fase de desarrollo más importante de todo el ciclo vital. Un desarrollo de la primera infancia (DPI) saludable — que abarque los dominios físico, socioemocional y lingüístico-cognitivo del desarrollo, cada uno de ellos de igual importancia— ejerce una influencia notable sobre el bienestar y factores como obesidad/retardo en el desarrollo, salud mental, enfermedades cardíacas, habilidad numérica y de lecto-escritura, criminalidad y participación económica durante toda la vida. Todo aquello que acontece al niño en sus primeros años de vida es crucial para su trayectoria de desarrollo y su ciclo vital.”

En España, la actual Ley Lomloe (Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación), en su artículo 14 Ordenación y principios pedagógicos, el apartado 3 dice así:

“En ambos ciclos de la educación infantil se atenderá progresivamente al desarrollo afectivo, a la gestión emocional, al movimiento y los hábitos de control corporal, a las manifestaciones de la comunicación y del lenguaje, a las pautas elementales de convivencia y relación social, así como al descubrimiento del entorno, de los seres vivos que en él conviven y de las características físicas y sociales del medio en el que viven. También se incluirán la educación en valores, la educación para el consumo responsable y sostenible y la promoción y educación para la salud. Además se facilitará que niñas y niños elaboren una imagen de sí mismos positiva y equilibrada e igualitaria y adquieran autonomía personal.”

El artículo 29 de la Convención Universal de los Derechos del Niño añade:

Los Estados Partes convienen en que la educación del niño debe de estar encaminada a:

  • Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades.
  • Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas;
  • Inculcar al niño el respeto a sus padres, a su propia identidad cultural, a su idioma y a sus valores, a los valores nacionales del país en que vive, del país de que sea originario y de las civilizaciones distintas de la suya;
  • Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena;
  • Inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural.

Por todo lo comentado me reitero en la importancia del desarrollo integral del niño en esta etapa tan vital, una etapa que muchos ven como insignificante, sobre todo del primer ciclo (0-3), pero que queda más que demostrado que al contrario de lo que se piensa, es una de las etapas más importante en lo que a educación se refiere.

La importancia de la educación en la primera infancia (I)

La primera infancia, entre los 0-6 años (la OMS la sitúa como la etapa comprendida desde el desarrollo prenatal hasta los ocho años de edad) es muy significativa en el desarrollo del niño, es una etapa en la cual pasa de ser un ser indefenso que necesita el cuidado del adulto a todas horas y para todos sus momentos vitales, a convertirse en un ser que goza de las bases y facultades necesarias para poder desenvolverse más tarde en el mundo.

El objetivo de la educación es el pleno desarrollo de la personalidad de cada niño, comenzando a darse desde el momento de su nacimiento, por lo que un adecuado estímulo ayudará a que el pequeño se desarrolle dentro de sus múltiples posibilidades.

La primera infancia constituye una etapa vital en el desarrollo y la formación de la personalidad, y para ello el niño tendrá que satisfacer sus necesidades biológicas, socioculturales, etc. a través de diversos sistemas fisiológicos, psicológicos, sociales…constituyéndose así como una persona única con su propia forma de ver la vida y relacionarse con la realidad y con todo lo que la rodea.

Existe una multitud de datos de investigaciones que evidencian la etapa de infantil como la etapa en la cual se asientan las bases para el posterior desarrollo y formación de habilidades y capacidades personales.

¿Por qué deberíamos desarrollar la educación en estos primeros años de vida de nuestros niños?

  • Estos primeros años de vida son el origen de ciertos cambios en el niño, como un rápido y saludable crecimiento, modificaciones en su conducta causadas por las influencias externas, etc.
  • Favorecer una acción integrada de forma correcta para evitar desigualdades es importante para que todos los niños tengan las mismas condiciones educativas. Aunque todos coincidiremos en que la educación debería llegar a todos por igual, las diferencias existentes en cada núcleo familiar (económicas, sociales, o culturales) conllevan a que repercuta inevitablemente en el desarrollo del niño.
  • La educación ofrecida en esta etapa sirve como enlace para su futura escolarización a primaria.
  • La neurociencia nos demuestra que el sistema nervioso se forma en los primeros años de vida, por lo que un adecuado desarrollo y una estimulación constante es de lo más beneficioso.
  • El niño con algún tipo de déficit será identificado de manera temprana con todo lo que ello conlleva, tratamiento, apoyo psicológico a las familias por parte de las administraciones, ayuda social, etc.

Los centros infantiles proporcionan unas bases vitales para que el niño afronte su día a día, como la autonomía, la socialización, la empatía, la conciencia corporal, la cooperación, etc. ayudan en gran medida a desarrollar sus destrezas cognitivas, afectivas, sociales y motrices, fomentando sus habilidades en el lenguaje, el pensamiento, el razonamiento, su capacidad de aprender aumenta considerablemente de forma lúdica sin esfuerzo, puesto que todo se hace desde el juego.

Los docentes programan actividades diseñadas para conseguir un pleno desarrollo en todas las áreas, planifican los contenidos y los objetivos, y les ayudan a la consecución de los hitos evolutivos por los que van pasando todos los niños, integrando metodologías que les proporcionen seguridad y bienestar.

Les enseñan a ser autónomos, a respetar a los demás, a tener paciencia, a identificar y gestionar correctamente sus emociones, a escuchar, a compartir…les enseñan vocabulario nuevo y los números, les introducen en la lógico-matemática y en un segundo idioma, en el placer de escuchar música, a disfrutar de una sesión de psicomotricidad…

En el primer ciclo la escuela y todo lo que de ella se compone se convierte en magia para ellos, los cuentos, las canciones, las obras de teatro, los títeres, los disfraces…

Pero lo más importante y especial es el vínculo que se crea entre los más pequeños y las educadoras, un afecto que va creciendo a la par que pasa el tiempo.

No hay duda de los innumerables beneficios que ofrece la escolarización en estas edades, en el siguiente post hablaré de organismos que reiteran estos beneficios, otorgando así la importancia que tiene una pronta educación en los más pequeños de la casa.

Principales riesgos laborales del docente

Comencemos por definir “riesgo laboral” como la posibilidad de que una persona pueda sufrir un accidente o daño en su puesto de trabajo.

Trabajar en educación infantil puede conllevar riegos para la salud del docente, como en cualquier otro trabajo, siempre resulta beneficioso identificar los elementos que influyen, como pueden ser los aspectos técnicos, psicológicos, sociales, económicos, etc.

Para poder prevenir dichos riesgos hay que adaptarse a nuevos hábitos o actuaciones que puedan evitar un accidente de trabajo, una enfermedad profesional o cualquier tipo de problema de salud, como el estrés laboral o la fatiga mental.

La Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales manifiesta el propósito de conseguir “la promoción de la mejora de las condiciones de trabajo para elevar el nivel de protección de la salud y la seguridad de los trabajadores,… en base a los principios de eficacia, coordinación y participación”, dando a conocer las obligaciones o derechos de cada profesional.

Los centros docentes deben crear su propio Plan de Prevención, en el cual indiquen los riesgos que puede haber en relación con cada puesto de trabajo, señalando los medios o soluciones existentes por si hubiera un accidente, eliminando los riesgos fácilmente desechables y evaluando los que sean más difíciles de eliminar.

En un sentido práctico, el centro debería promover una formación específica en materia preventiva para cada puesto de trabajo, tanto al comienzo de la contratación, como a lo largo de esta si existen cambios en algún aspecto del trabajo.

En un centro de educación infantil los riesgos que pueden aparecer según su manifestación son:

  • Riesgos biológicos, como infecciones por virus, bacterias, hongos, parásitos, etc. El contacto directo suele ser la principal vía de contagio, de ahí la importancia del uso de guantes al realizar los cambios, por ejemplo.
  • Riesgos psicosociales derivados de la propia organización del centro, como puede ser la escasa promoción del docente, exigencias y exceso de responsabilidad, falta de autonomía y recursos para el buen desarrollo del día a día, elevada ratio y falta de apoyo, conflictos con los compañeros o las familias, acoso laboral, entre otros, y que derivan en estrés, ansiedad, fatiga mental, distrés, síndrome burnout, etc.
  • Riesgos físicos que afectan a las condiciones en las que estén las aulas, con exceso o falta de iluminación, sobre todo el abuso de luz artificial, ruido permanente a causa de otras aulas o de la calle, mala temperatura (tanto en el aula como en el resto del centro), obras continuas, etc.
  • Riesgos químicos por estar en contacto con sustancias nocivas o tóxicas en el comedor o los baños.
  • Riesgos ergonómicos con los que al cabo del tiempo aparecen ciertos trastornos, como los musculoesqueléticos (TME), cargas, posturas forzadas y movimientos repetitivos hacen que se produzcan daños (sobre todo de espalda) o restricciones en la movilidad.
  • Riesgo foniátrico, caracterizado por la necesidad de hablar y que repercute en la voz, el instrumento de trabajo de un docente con niños de 0-6 años inevitablemente es su voz, y si le añades situaciones como inadecuada temperatura, exceso de ruido o nula ventilación, al cabo del tiempo puede derivar en ciertas patologías como son la fatiga vocal, nódulos, pólipos, etc.
  • Otro tipo de riesgos pueden ser los originados con sistemas o dispositivos eléctricos o electrónicos en mal estado, como las pizarras digitales, portátiles; cortes con maquinaria o herramientas del centro; caídas de cualquier índole, bien sea por tropiezo con algún objeto o juguete, como por la subida o bajada de escaleras; golpes contra mesas u otros objetos, o con un alumno que corre por el pasillo; incendios, etc.

Por todo ello el docente, siempre bajo la supervisión de la dirección del centro, debe prevenir, en cierta medida, cualquier riesgo que pueda ocasionarle un perjuicio en su salud, intentando minimizar al máximo los daños.

La necesidad de una revolución educativa

Nadie podría contradecir lo que se decía en el programa de “Redes”, el actual sistema educativo está tan obsoleto que nuestros niños y adolescentes se aburren en las aulas, provocando un alto índice de fracaso escolar.

El papel del maestro, aunque con el paso de los años ha cambiado ligeramente, sigue estando muy ligado a la explicación de un temario y la evaluación de unos ítems para su calificación final, aunque se puedan evaluar otras destrezas.

Me planteo las siguientes preguntas, ¿por qué en los colegios se dan unas materias y no otras? ¿Por qué prevalecen materias que a la mayoría de los alumnos no les motivan? Como bien decía Sir Ken Robinson, existe una jerarquía por motivos económicos, siempre sale más rentable que el niño estudie una ingeniería que danza clásica, por ejemplo, pero por supuesto, sale perjudicada siempre la felicidad, porque quizá ese niño no quería ser ingeniero.

Creo que debemos anteponer nuestros propios intereses, nuestros sueños e ilusiones, y su consecución debe comenzar en el colegio, aprender lo que verdaderamente te gusta y te motiva. ¿Qué pasaría si, desde los coles, se fomentasen las clases de cocina, de piano o de teatro? ¿Y si los niños en vez de aprenderse de memoria los ríos usaran las TIC en forma de juego para su mejor aprendizaje de asignaturas como sociales, naturales, etc.?

En ningún caso digo de eliminar ciertos temarios importantes, sino de aprenderlos de manera más lúdica y eficaz, que los niños aprendan a través de juegos, motivados a jugar y aprender, a la vez que se incorporan al currículo más diversidad de materias como por ejemplo:

  • El ajedrez, tiene múltiples beneficios como el desarrollo de la inteligencia, la abstracción y la memoria, entre otros.
  • La filosofía, para fomentar el pensamiento y el razonamiento, la decisión y el análisis de sus propias conclusiones.
  • Las diferentes disciplinas artísticas como pueden ser la danza, la escultura, la pintura, el teatro, etc.

Es importante que se creen asignaturas orientadas a las nuevas tecnologías y la robótica, ya que el ámbito laboral nos lleva en esa dirección, y que se estudien desde infantil, tanto en centros públicos, concertados y privados. Además, los niños están más que acostumbrados a las TIC, y son verdaderos expertos desde muy pequeños.

Por otro lado, al aburrirse en clase, el niño deja de atender o molesta a sus compañeros, y es entonces cuando se le diagnostica TDAH, ¿por qué? Porque su potencial se ve sumido en una gran frustración al no poder hacer nada más que escuchar la explicación del docente, otro motivo más por el cual es necesario cambiar el sistema educativo. Los niños con altas capacidades también se ven frenados en su aprendizaje por su mala identificación, llegando igualmente a la frustración y fracaso escolar.

El docente, reprimido en muchos aspectos, debe cumplir las metas y objetivos que le marca el currículo y eso, en ocasiones, deriva en una falta de motivación y disfrute de su trabajo.

¿Qué hay que hacer para conseguir un cambio educativo? ¿Qué más motivos hacen falta? ¿Por qué continuamos con este sistema caduco que repele casi la totalidad de estudiantes y docentes?

Me imagino todo lo que podemos llegar a hacer en la educación si verdaderamente somos capaces de convertirla en un espacio de cooperación, inclusión y equidad, sería como una revolución educativa donde el docente desempeña su papel de orientador en el proceso de enseñanza-aprendizaje del alumno, y este verdaderamente consigue desarrollarse en toda su plenitud a nivel social, cognitivo, físico, etc.

El nuevo enfoque vendría de la mano de nuevas metodologías docentes que nos ayudaran a conseguir la motivación en nuestros alumnos, a través de estrategias y recursos novedosos, la implementación de las TIC en todas las aulas y la creación de nuevos espacios para la creatividad.

Es cierto que, echando la vista atrás, hemos mejorado mucho en educación, pero estamos en un momento de estancamiento donde la única vía posible es mirar hacia delante y renovarnos de cara al futuro, ofreciendo a nuestros alumnos una mejora educativa, para que puedan aprender de una manera más eficaz.

Con el paso de los años el papel del docente ha cambiado, se ha humanizado en cierto sentido, y ha pasado de ser una persona autoritaria e impositiva a ser una persona democrática, innovadora y comprometida con su trabajo y sus alumnos.

Asimismo, el alumno ha tomado el rol, no solo de escuchar al docente, sino de interactuar, participar y expresar sus pensamientos, algo totalmente impensable en el enfoque tradicional.

Tenemos una escuela alegre, llena de entusiasmo por crecer, que lo único que necesita es un enfoque diferente para impulsar a nuestros alumnos hacia un aprendizaje seguro que les motive a crecer como personas, a creer en sí mismos y a empatizar y creer en los demás.

Y debe empezar por nosotros, por nuestra formación, nuestra mentalidad y nuestra motivación por crear una educación mejor.